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25 Agosto, 2016

Los “Big Boats” se adueñan de las aguas de Mahón

Cinco embarcaciones de gran eslora, la cifra más alta de los últimos años, participan en la clase más espectacular de la XIII Copa de Barcos de Época
El Xarifa (1927), uno de los "gigantes" de la Copa del Rey de Barcos de Época.

LUIS POMAR | MAHÓN

El Shenandoa (1902) se incorporó ayer a la lista de cinco Big Boats que participan en la XIII Copa del Rey de Barcos de Época. Esta cifra supone el mejor registro de los últimos años de historia de la competición organizada por el Club Marítimo de Mahón. “En los inicios de la regata llegamos a tener media docena de grandes esloras compitiendo en aguas de Menorca, pero las inscripciones de esta edición son superiores a las de las temporadas recientes. Estas embarcaciones son auténticas leyendas del mar y un lujo para Mahón”, aseguró Nacho Marra, director la regata.

Caroly (1948), Moonbeam III (1903), Spartan (1912) y Xarifa (1927) completan la flota de grandes veleros, cuyas esloras oscilan entre los 21 y los 50 metros de eslora.

El Shenandoa (palabra india que significa “hija de las estrellas”) es uno de los barcos de época más impresionantes del mundo. Diseñado por Theodore Ernest Ferris, fue construido en los astilleros Townsend & Downey de Nueva York. Puede desplegar casi 1.700 metros cuadrados de trapo en su imponente aparejo aurico de tres mástiles, cada uno de los cuales mide 50 metros. Desde su botadura se han invertido en sus diferentes restauraciones unas 65.000 horas. Su valor en el mercado se estima en 15 millones de euros. Nunca antes había participado en la Copa del Rey de Barcos de Época de Mahón. Tan sólo el Creole (65 metros) le supera en eslora entre los ‘gigantes’ que han navegado en la regata mahonesa a lo largo de los últimos 13 años.

El Xarifa (1927) es una goleta de 49 metros diseñada por J.M. Soper y construida en los astilleros Samuel White Sons. A lo largo de su historia ha tenido diferentes usos, desde barco de regatas hasta pesquero, pasando por buque científico e incluso plató de cine. Su cubierta la han pisado personajes como Orson Welles, Rainiero de Mónaco o Jacques Cousteau. Su presencia en el puerto de Mahón ha suscitado una gran expectación, no sólo por sus dimensiones (es con diferencia el velero con el franco bordo más alto), sino por el gran número de tripulantes que se requieren para goberlarlo.

En 1948, el diseñador naval argentino Pietro Baglietto dio vida al Caroly, una embarcación de 23,66 metros de eslora a bordo de la cual los cadetes de la marina militar italiana reciben instrucción a la vez que compiten en las regatas más prestigiosas de barcos clásicos del Mediterráneo.

El Moonbeam III, con número de vela 88, es también conocido como Moonbeam of Fife. Es el tercero de la saga “rayo de luna” que William Fife construyó entre 1858 y 1920. El Moonbeam of Fife fue botado en 1903 con una eslora de 30 metros. Sus líneas afiladas son las propias de un velero “regatero” de su época. Su aparejo de cangreja puede desplegar un 400 metros cuadrados de vela.

El Spartan es el último superviviente de la New York Yach Club 50’ Class diseñado por Nathanael G. Herreshoff. Fue construido por el propio Herreshoff en sus astilleros en Bristol, Rhode Island, en 1912 y fue parte de una serie de nueve yates que salieron de allí entre ese año y 1915. En las décadas de los 60 y los 70 fue utilizado como barco charter en el Caribe. En 1981 comenzó con una restauración total que nunca terminó y el barco quedó abandonado hasta que en 1993 fue trasladado al Herreshoff Museum (Bristol, USA) para su conservación. Finalmente, entre 2006 y 2009 recuperó su aspecto y su esplendor originales.

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