Arquitectura

15 Diciembre, 2017

El Colegio de Arquitectos felicita a Elías Torres y Martínez Lapeña por su Premio Nacional y les anima a seguir con su buena labor profesional

El Col·legi Oficial d’Arquitectes de les Illes Balears (COAIB) presentó la candidatura del estudio Lapeña/Torres por considerar que su obra "ha escrito alguno de los capítulos imprescindibles de la historia reciente de la arquitectura española, ofreciendo de forma continuada ejemplos construidos que iluminan nuestro papel en la sociedad como arquitectos"

La junta del gobierno del Col·legi Oficial d’Arquitectes de les Illes Balears (COAIB) ha felicitado esta mañana al estudio de arquitectura de José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres Tur por el Premio Nacional de Arquitectura correspondiente al año 2016 concedido ayer por el Ministerio de Fomento.

El COAIB fue quien presentó la candidatura de Lapeña/Torres por considerar que, después de más de cuarenta años de ejercicio profesional, su obra " ha escrito alguno de los capítulos imprescindibles de la historia reciente de la arquitectura española, ofreciendo de forma continuada ejemplos construidos que iluminan nuestro papel en la sociedad como arquitectos, demostrando en estos momentos de zozobra la especificidad de nuestra disciplina. Y la necesidad de la misma".

Para el COAIB, una de las singularidades de su obra "es que, sea cual sea el programa o la ubicación, siempre acaba siendo reconocible su autoría. Desde las primeras viviendas unifamiliares construidas en Ibiza, hasta la intervenciones más comprometidas en edificios históricos, todas ellas muestran –en mayor o menor medida- algo que trasciende de alguna manera el programa específico y manifiesta un lenguaje arquitectónico personal que las identifica".

"Si a esto le añadimos su dedicación igualmente continuada a la docencia a lo largo de estos años, poco más se puede añadir para justificar la candidatura que presentamos", explicaba el escrito entregado por el Colegio de Arquitectos de Baleares.

La decana Marta Vall·Llosera ha expresado el orgullo que representa para el COAIB que uno sus colegiados de Ibiza obtenga tan alta distinción, que se suma al prestigioso premio RIBA International Fellwoship (reconocimiento para profesionales no británicos) que recibieron el año pasado de manos del Royal Institute of British Architecs.

Por su parte, el presidente de la Demarcación de Eivissa i Formentera del COAIB, Iván Torres, ha elogiado el gran legado patrimonial arquitectónico de estos dos grandes profesionales.

Torres ha avanzado que van a solicitar al Consell Insular de Eivissa incluir en el Catálogo de Protección de Bienes Culturales y Patrimoniales la Casa Van der Driesche, una de las primeras viviendas unifamiliares diseñadas por Torres/Lapeña y que fue construida entre 1969-73 en Sant Josep de Sa Talaia. Los actuales propietarios han presentado un proyecto de demolición.

El jurado del Premio Nacional ha reconocido la trayectoria profesional de estos arquitectos, “autores de una extensa obra en una dilatada carrera conjunta que pronto cumplirá cincuenta años de colaboración ininterrumpida, a lo largo de la cual han abordado proyectos de toda índole, desde la periferia más problemática hasta sus encargos internacionales, en los que fueron pioneros en nuestro país”.

“Entre su obra de arquitectura abierta y arriesgada, se cuenta la construcción y renovación de algunos de los espacios públicos más significativos de la arquitectura española en las últimas décadas. Siempre desde un lenguaje fresco, que aúna compromiso cívico con actitud respetuosa ante el paisaje y la ciudad histórica, constituyendo un ejemplo de innovación y búsqueda constante”, ha expuesto el jurado.

El Premio Nacional de Arquitectura, dotado con 60.000 euros, está promovido por el Ministerio de Fomento, que concede el galardón a propuesta de un jurado compuesto por destacados profesionales, entre ellos Juan Navarro Baldeweg (Premio Nacional de Arquitectura 2014) y Rafael Moneo Vallés (Premio Nacional de Arquitectura 2015, que actuó como Presidente del Jurado por elección unánime del mismo).

José Antonio Martínez Lapeña, Tarragona, 1941. Cursa la carrera de aparejadores en Barcelona, donde se gradúa en 1962 y, a continuación, estudia arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), y obtiene el título de arquitecto en 1968. Ese mismo año forma una asociación profesional con Elías Torres Tur, que se mantiene hasta hoy. Martínez Lapeña ejerce como profesor de Proyectos en la ETSAB de 1969 a 1971 y de 1978 a 1983, en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallés (ETSAV) de 1983 a 2008 y, desde 1998, enseña en la ETSA Ramon Llull. En 2001 y 2008 es profesor del Máster de Arquitectura en la ETSA Pamplona.

Elías Torres Tur, Ibiza, 1944. Estudia en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB), graduándose en 1968, al igual que Martínez Lapeña, e inmediatamente establecen su estudio profesional de arquitectura. En 1993 obtiene el doctorado en esa misma escuela. Ha ejercido como profesor de proyectos y arquitectura del paisaje en la Escuela de Arquitectura de Barcelona de 1969 a 2014. Además, ha sido profesor invitado en universidades estadounidenses, como la UCLA y la Universidad de Harvard. Elías Torres publicó en 1980 la Guía de Arquitectura de Ibiza y Formentera. Y, entre sus obras más recientes, se encuentran Hubiera preferido invitarles a cenar (2006) y Luz cenital (2005). Torres también ha sido galardonado con el Premio Ramon Llull en 2008.

La última monografía del estudio de ambos arquitectos fue publicada en 2014.

José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres Tur tienen su estudio en Barcelona y han sido responsables de grandes proyectos, tanto públicos como privados, muchos de ellos merecedores de diversos premios FAD de Arquitectura.

Entre ellos, destacan los Jardines de Vil·la Cecília en Barcelona (1986, Premio FAD de Arquitectura), el Hospital Comarcal de Móra d’Ebre en Tarragona (1988, Premio FAD de Arquitectura), varios edificios de viviendas en la Villa Olímpica de Barcelona (1992, Premio FAD de Arquitectura), el Museo de Arte de Kumamoto en Japón (1992), la Plaça de la Constitució en Girona (con J. Esteban, A. Font y J. Montero, 1995), la restauración del Park Güell en Barcelona (1993), las viviendas en la Colonia San José en Madrid (1995), las escaleras de La Granja en Toledo (2000), Premio Manuel de la Dehesa de la VI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, la Explanada y Pérgolas Fotovoltaicas del Fórum Universal de las Culturas, Barcelona (2004, Premio Especial de la Bienal Internacional de Arquitectura de Venecia), la renovación de la Alameda de Hércules en Sevilla (2008), el Hotel Hiberus en Zaragoza (2008), el Centro Cultural del Carme en Badalona (2012), el Paseo de la Ría en Huelva (2016).

Además, han restaurado la Iglesia de l’Hospitalet en Ibiza (1984), el Castillo de Ibiza (con X. Pallejà y S. Roig, 1991), el Monasterio de Sant Pere de Rodes (1990), el Castillo de Bellver (1993), las Rampas al Castillo de Castelldefels (con M. Usandizaga, 1993), el Paseo de Ronda y Baluartes de las Murallas de Palma de Mallorca (1991-2017), la Casa Vicens de Gaudí (con Daw Office, 2017).
Entre las viviendas unifamiliares construidas destacan la Boenders (1982), la Gili (1987), la V. Marí (1994), la Costa (2003) y Can Cucons (2010), todas ellas en la isla de Ibiza; la Casa Rauchwerk en Nueva Orleans (1992) y la Casa Mas en Barcelona (2000).

En el ámbito de las intervenciones efímeras destacan la exposición “El Escorial: Biografía de una Época” en Madrid (1986), la Follie 7 para la Expo de Osaka’90 y la instalación “9 metros cuadrados (+ o -) de Instrumentos para Luz Cenital” (1999). También obras de interiorismo como la Ferretería Torres-Guasch en Ibiza (1985), la Librería del Centro de Arte Reina Sofía en Madrid (1989) o el Portal de la Iglesia de Sant Gaietà en Palma de Mallorca (2009).

Entre sus diseños de mobiliario urbano, el equipo de arquitectos cuenta con piezas tan reconocidas como la farola Lampelunas (Premio Delta de Oro ADI-FAD 1986) o la marquesina de autobuses Pal·li de Barcelona (Premio Delta de Plata ADI-FAD 1988, con J. L. Canosa), que fue el primer elemento de una nueva concepción del mobiliario urbano que regeneraría la ciudad de Barcelona, caracterizado por la asociación entre el diseño y la explotación publicitaria.

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